En la tercera carta del Apóstol Juan, se hace una hermosa reflexión. Allí se menciona el buen testimonio del hermano Gayo, y como él se había conducido en la verdad. No es extraño para nosotros, saber que la Verdad, a la hace referencia, es al texto de Juan 14, 6, donde la palabra declara que Jesús se describió como, El Camino, La Verdad y La Vida, por lo tanto, andar en la verdad, ha sido andar en Cristo, esto es, conforme a la palabra enseñada, Jesús dijo, vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
Cuando un cristiano tiene un testimonio correcto, entonces los demás alaban su proceder y la iglesia y el evangelio son dignificados, entonces el mundo cree el mensaje predicado y se convierten al Señor de la palabra.
Pero había algo mas en Gayo, su espíritu de Hospedador, Juan elogio el desarrollo de este don en la vida de Gayo, y de cómo abría las puertas para recibir a los predicaban la palabra, y aunque algunos le trataban de convencer para que el no los recibiese, el había persistido en este don que él había recibido, Querido lector, que hermoso es tener este Don, nuestros hogares quedan bendecidos, cuando sus hijos nos visitan, dice la palabra de Dios, que cuando el Arca, símbolo de la presencia de Dios, estaba en la casa de Obed-Edom, su casa y su familia fueron prosperadas, por lo tanto cada vez que abrimos las puertas de nuestros hogares, somos prosperados.
Termino estas líneas diciendo las palabras que Juan dedica. “Amado, yo deseo que seas prosperado en todas las cosas, y tengas salud, así como prospera tu alma” Pastor Israel Aravena.